jueves, 28 de octubre de 2010


No recuerdo bien el por qué, pero muchos sábados a la tarde mi aita y mi ama nos llevaban a mi hermana y a mi a potear por Iturribide. No me acuerdo, pero tengo claro que mi hermana y yo beberíamos mosto Palacios o Kas de naranja…no creo que nos dieran tintorro.
Nos llevaban primero a un bar que no recuerdo su nombre, y donde mis aitas pedían “Tigres”, o lo que es lo mismo, mejillones con tomate. Unas veces con poco picante, y otras con bastante picante, pero muy buenos.
Al volver hacia Iturribide, parábamos en el número tres, en el Melilla y Fez. Allí, al de tiempo conocí su nombre, se encontraba Hamed cocinando los mejores pinchos morunos del mundo. Con picante, sin picante…los mejores pinchos. Aun recuerdo su sabor y me llevan a mi infancia, a mi adolescencia…a mi Bilbao.
Hamed macera los pinchos la noche anterior, los mezcla con pimienta y comino, y los asa sobre carbón vegetal. Me acuerdo del ventilador, ese ventilador antiguo que hacia y que hace que las brasas saquen chispas.
Hoy podemos seguir comiendo los pinchos de Hamed, pero no en Iturribide, Hamed se encuentra ahora en el Iruña.

1 comentario:

  1. Ahí te quiero ver Tomás!! esos sabores no se olvidan y los recuerdos tampoco, lo de los "tigres" en Iturribide eso es irrepetible, yo en ese bar veia verdaderos " montones " de cáscaras en el suelo y eso queria decir todo.
    QUE AÑORANZAS!!!!

    ResponderEliminar